Colección: Productos

  • A la hora de guardar el queso en la nevera, si tenemos diferentes tipos de quesos, tienen que ser envueltos por separado. La misma bolsa de envasado o papel vegetal es idóneo para su conservación.

  • Para quesos de mayor curación, no es necesario mucho frío, ya que los ejemplares de estas características aguantan bien las temperaturas. Un sitio fresco ayudará a que el queso esté atemperado, potenciando su sabor.

  • Para quesos más tiernos, si es necesario que estén en frío, en la parte más caliente del frigorífico, intentando que nunca sea por debajo de 5º centígrados, ya que puede agrietar el queso.